Las fábricas haitianas de prendas de vestir no son suficientemente seguras para los trabajadores, acusó el miércoles una agrupación laboral.
El estudio de Better Work, con sede en Ginebra, Suiza, dice que muchos trabajadores haitianos de la industria del vestido no tienen acceso suficiente a inodoros, agua potable, salidas de emergencia y atención médica.
El grupo observó las condiciones en 23 fábricas haitianas de mayo a agosto. Encontró que 13 lugares no estaban suficientemente iluminados y 11 no tenían salidas de emergencia o rutas de escape. Otras 11 no contaban con equipo adecuado contra incendios.
También halló que 21 no contaban con el número requerido de inodoros y las mismas carecían de instalaciones y personal médico.
Henri-Claude Muller-Poitevien, presidente de una comisión del gobierno que supervisa las fábricas del país, acogió el sondeo del grupo laboral, el cual es apoyado por la Organización de Trabajo Internacional y la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial.
El funcionario dijo que su comisión está trabajando con Better Work y el departamento de bomberos en las salidas de emergencia y para instalar equipo contra incendios.
"Todos las construcciones necesitan mejoras. Esto es lo que estamos haciendo ahora", afirmó Muller-Poitevien. "Definitivamente queremos cumplir con todo, pero nunca seremos el estudiante triple A".
El funcionario dijo que la evaluación ayuda a Haití a elevar sus estándares y ser más competitivo en el mercado internacional.
El reporte de Better Work llegó en momentos en que un grupo de defensa laboral estadounidense señaló que algunas fábricas haitianas pagan menos del salario mínimo, el cual es de 200 gourdes por día trabajado, o 4,54 dólares. Otros que cumplen con determinadas cuotas de producción llegan a ganar 300 gourdes al día (6,81 dólares).
El primer ministro haitiano Laurent Lamothe respondió el martes en su blog al señalamiento y dijo que su país "continúa construyendo un entorno que nos haga responsables a nosotros mismos y a los empleadores por las condiciones laborales seguras, salarios competitivos y al alza, y oportunidades de crecimiento".
Estas plantas han estado en Haití durante décadas, alguna vez fabricaron pelotas de béisbol y ahora maquilan camisas para las principales tiendas minoristas de Norteamérica.
Después del sismo de 2010 en Haití, funcionarios estadounidenses, entre ellos la entonces secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton, impulsaron el establecimiento de fábricas textiles como una forma de que el país dejara de depender de la ayuda extranjera. Estados Unidos fue determinante en la creación de un parque industrial de 224 millones de dólares en el norte del país caribeño.
Fuente: Diario Libre
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