11 de julio de 2014

Gay... Ni vergüenza Ni Orgullo

Por: Erika Novas Arias
Twitter: @Novasrias

A partir de la designación de un Embajador estadounidense homosexual, casado y representante de los activistas a favor del respeto de los derechos de los homosexuales, se ha desatado en nuestro país una especie de guerra ideológica de carácter e identidad sexual que llama a la reflexión.

El enfoque fanático religioso, las declaraciones homofóbicas de actores de la vida política y las manifestaciones de la comunidad (LGBT) mantienen una guerra entre los derechos, la razón y los preceptos.

Por qué el orgullo Gay?

Simple! La sociedad conservadora que bloquea el desarrollo normal de un individuo cuya identidad sexual o de género es distinta, genera dolor, impotencia, deseos de gritar lo horrible que se siente ser marginados, y juzgados sin piedad por una sociedad que no termina de entender que la orientación sexual y el rol individuo-sociedad no se relacionan.

Dichos prejuicios que pretenden limitar la capacidad intelectual y productiva de los homosexuales atribuyéndoles ignominia por su carácter sexual, solo generan intensidad en el reclamo al derecho ser reconocidos como ciudadanos comunes.

Un homosexual no es un desviado, tampoco es un enfermo,la sociedad debe entender que un homosexual es solo una persona que ama su mismo sexo, que la transexualidad no es un trastorno sino una identidad de género distinta que se manifiesta fenotípicamente y que ser homosexual no implica ser pedófílo, hostil o promiscuo. De igual modo, el conservadurismo debe comprender que el derecho de familia es universal  y que los homosexuales son seres humanos, que ya sea bajo el reconocimiento legal o social tienen la facultad de convivir y hacer familia con quienes deseen y que será inevitable en los años venideros, en países como los nuestros la ley cambie en nombre de los derechos.

De no sentirse tan odiados, no tendrían razón de manifestar este "Orgullo Gay"  que lo único que provoca en su manifestación es mayor represión y rechazo de los sectores conservadores hacía su movimiento. De igual manera, si la comunidad LGBT no tendría dicha sobrexposición pública  en la "celebración" de la identidad sexual, tampoco tendría de frente tantos enemigos de la opinión  y es que no es necesario! La identidad sexual es individual y privada, no necesita celebrarse.

Así como no existe "Orgullo Heterosexual" no es necesario celebrar el "Orgullo Gay" los conservadores consideran el activismo homosexual como una campaña de promoción que les invita a vituperar, y es que las características de la identidad sexual no deben promoverse, son una especie de realidad inexpugnable de cada individuo.

Si estamos seguros de una identidad sexual por qué promoverla?
Queridos amigos de la comunidad LGBG, no es necesario tomar las calles a diario y manifestar con cierto paroxismo el orgullo de ser Gay, los heterosexuales no necesitan escuchar su algarabía para comprenderles.

Estimados, conservadores, cristianos, católicos, intelectuales, militares, políticos, humoristas o comunes... no es necesario defender la heterosexualidad porque no está en peligro! Existirán siempre los que aman el sexo opuesto y los que aman su mismo sexo, la homosexualidad no es una moda olviden eso! Nadie quiere seguir una moda que le genere tantos conflictos, morbo y obstáculos sociales, si se tratara de una simple postura de motu proprio la gente elegiría la corriente de menos rechazo.

Debemos iniciar una revolución en nuestras ideas, que procure la aceptación, la compresión y el amor al prójimo, aprender a respetar la decisión ,identidad o hábito sexual de cada quien, no debemos ni heterosexuales, ni homosexuales ser exhibicionistas y ninguna de estas dos corrientes necesitan ser demostradas.

Estamos en el año 2014 y los tiempos cambian, adoptemos la diversidad humana como un hecho y como nuestra razón de ser, hacer aportes a la sociedad con valores humanos no juzgando a partir de características sexuales.

La moral postconvencional dicta que los seres humanos deben ser juzgados a partir de las consecuencias positivas o negativas de sus acciones por y dentro de la colectividad, no de las acciones íntimas de la cama que a nadie afecta.

El activismo no genera beneficios sociales, genera aportes dando ejemplos de que se puede ser productivo y hacer el bien sin que sea relevante la identidad sexual.

Que no exista vergüenza para no generar orgullos, que la libertad sexual sea asimilada  y que no necesite celebraciones.

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