Por: Raúl Germán
A los políticos de Santo Domingo Oeste, empresarios, organizaciones de la sociedad civil, cooperativas y demás, en este municipio hay personajes como las llamadas ‘urracas parlanchinas’, los guajolotes y los chichicuilotes, que cacarean mucho, pero no suman nada, solo restan.
Digo esto, porque algunos “gestores culturales” se vanaglorian de su liderazgo y poder, y lo único que son es abusadores de confianza y traicioneros a la gente que los respalda, mismo engaño que harán con eventuales patrocinadores y a políticos.
Si las ‘urracas parlanchinas’, que como en los dibujos animados, eran ‘prietas’ y andaban en pareja, claro está, tramando cada travesura en pos de su beneficio, les van ofertando un supuesto liderazgo o que mueven tal o cual cosa, que se lo demuestren con evidencia. Hasta ahora nadie los ha visto que reúnan ni 20 gatos
Para la muestra basta un botón, se autodenominan una cosa, y ante la primera observación, no crítica, salen a detractar a quién sea, sin importarles nada, para que nos se les vea el refajo, a lo Heckle y Jeckle (Checho y Chucho o Tuco y Tico, los personajes de las urracas), que son descarados, cínicos y provocadores.
Yo veré al lado de quiénes estarán estas ‘urracas parlanchinas’, guajolotes y los chichicuilotes de la política, cultura y organizaciones juveniles para irlos desnudando y desenmascarando, tal y como merecen estos tartufos de nuevo cuño.
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