Nueva York toma medidas para evitar que los terapeutas intenten cambiar la orientación sexual de los jóvenes, anunció el sábado el gobernador Andrew Cuomo, uniéndose a varios estados que han tomado acciones contra lo que se conoce como "terapia de conversión gay".
La medida del gobernador demócrata llega en momentos en que grupos defensores de los derechos de homosexuales han realizado campaña estado por estado con resultados mixtos para tratar de que se prohíba una práctica que ha sido repudiada por los principales organismos de salud mental.
Utilizando su poder ejecutivo en un estado donde las iniciativas legislativas para prohibir la terapia se han estancado, Cuomo anunció regulaciones planeadas que prohibiría la cobertura de seguro para terapia a menores de edad y prohibiría que instituciones de salud mental bajo jurisdicción de la Oficina de Salud Mental del estado la ofrezcan a menores.
"La terapia de conversión es una práctica aborrecible fundamentalmente deficiente" que castiga a la gente "simplemente por ser como es", dijo Cuomo en un comunicado.
No está claro qué tan prevalente es la práctica en Nueva York. La oficina de Cuomo no respondió de momento el sábado solicitudes de comentarios por parte de The Associated Press; como tampoco lo hicieron un puñado de organismos de salud mental del estado. Una vocera de Health Plan Association, un grupo de aseguradoras, dijo que no estaba segura respecto al asunto.
La regulación planeada suscitó rápidamente un cuestionamiento por parte de la asociación: ¿La compañía aseguradora tendría que investigar si cualquier visita dada de salud mental fue para terapia de conversión o si es responsabilidad de los proveedores certificar que no lo fue?
"Eso es algo que pensamos que necesita ser aclarado", señaló la portavoz Leslie Morán.
A nivel nacional, no existen cifras firmes sobre la extensión de la terapia de conversión. Pero proponentes y críticos han dicho que no es inusual que jóvenes lesbianas, homosexuales, bisexuales y transgénero se sometan a algún tipo de programa dirigido a cambiar su orientación sexual o identidad de género o expresión.
La Asociación Estadounidense de Psicología y otros grupos de salud mental dicen que la terapia de conversión, llamada en ocasiones terapia de reorientación sexual, trata de manera equivocada el ser homosexual como una enfermedad mental y podría hacer que gente joven se sienta avergonzada, ansiosa y deprimida.
El gobierno del presidente Barack Obama exigió el año pasado que se eliminara esa práctica después del suicidio de un adolescente transgénero que dejó escritos mencionando una terapia religiosa.
Fuente: El Caribe
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