27 de abril de 2016

No pidas, atraca!


Por: Joel Suero

Hasta hace unos días y a mi corta edad pensé que había visto y escuchado todo sobre esta tierra, pero me equivoqué y de que manera. Mi corazón aún no lo puede creer.

Nuestra sociedad urge de ser analizada y de buscar las opciones de cambio que permitan que no caigamos en un estado que luego podamos lamentar y ponernos las manos en la cabeza.

Digo todo esto porque en la Avenida Abraham Lincoln frente a la famosa plaza Agora Mall, se me acerca un niño y me dice "Señor regaleme 5 pesos", yo lo miro e introduzco mi mano en el bolsillo del pantalón para darcelos, pero algo me detuvo, y le dije "Tú estudias, donde están tus padres, quien te envió a pedir a la calles", y el niño que aparentaba tener quizás unos 11 años solo me mira y se queda callado con una mirada que como ser humano me indigna ver su situación y de no poder llevarlo conmigo, porque sino, lo haría.

Es en ese instante que se acerca un hombre de aproximadamente 27 años de edad y que aparenta ser un "limpia vidrios" de esa zona y le dice "Te he dicho que no pidas, atraca", lo miro y le digo "Eso no es consejo para un niño" a lo que él me ignora y le dice al pequeño infante "Solo atracando te darán todo el dinero quieran o no", y se marcha mirando al pequeño.

"No le hagas caso, dime donde están tus padres", le digo, pero se queda callado y se va caminando.

Desde ese entonces se ha quedado marcado en mi corazón, en mi ser, en mi mente, esa frase "No pidas, atraca", y me pregunto cuantas otras decenas de personas hacen lo mismo día tras día, frustrando así la mente de los niños que lamentablemente deambulan en nuestras calles cada día, y que sabrá Dios si serán estos los atracadores o próximos asesinos que veremos andar en nuestra media isla.

Pase toda la noche pensando en ese niño, y me llegó a la mente lo indiferente que somos los humanos al ver situaciones como esa, y de como aveces estamos más pendientes a como va el juego de béisbol, basket o si las encuestas dan en primer lugar a mi candidato en primera vuelta, si vamos a ganar el miss universo, si Cavada hablará hoy de corrupción o si el metro va llegar hasta Puerto Plata, pero no nos fijamos que el caso de ese pequeño multiplicado por la cantidad de avenidas que tienen muchos como él, son mañana los potenciales delincuentes que podrían cegar nuestros sueños.

La sociedad, insisto, debe analizar hacia donde vamos. Quizás los padres de ese niño estaban en la misma zona, sentados a la espera de que el infante llevase lo recaudado cada cierto tiempo. Peor aún.

No quiero ser pesimista, pero espero que algún día nuestro Estado permita que niños como él pueda ir a centro de atención donde reciban educación y donde se cuente con un personal de preparación y médico, para que quizás de ahí en algún tiempo salga un diputado, senador o presidente de esta Nación.

Hoy quise variar en mi escrito de cada miércoles para que cada uno analicemos que estamos haciendo como sociedad.

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