Por: Julio Aníbal Fernández Javier
En su columna, Fuera de Cámara, del Periódico Listín Diario, de fecha 7 del mes de junio en curso, el periodista y embajador dominicano en la República de Panamá, bajo la denominación de “Leonel rumbo al precipicio”, desata sus iras y sus delirios y ataca de nuevo con saña y fábula denigratoria al presidente del Partido de la Liberación Dominicana y ex Presidente Constitucional de la República Dominicana, doctor Leonel Fernández, llevándose de encuentro, en esta ocasión, con su actitud atropellante y prepotente a una respetada figura política nacional, de los fundadores de esa organización, a quien la sociedad dominicana reconoce seriedad, honestidad y criterios en los juicios que emite en el debate político nacional.
Con la afirmación de que: “para que sea candidato vicepresidencial en el 1994, a Leonel Fernández hubo casi que empujarlo; en 1996 se lo echaron al hombro Danilo y Felucho por su “pasividad académica”, para que fuera candidato presidencial, y en el 2004 no movió un dedo para regresar al poder después que Hipólito Mejía le pavimentara el camino”, su autor manipula y tergiversa hechos y acontecimientos políticos internos del PLD y de la historia política contemporánea, de los cuales muchos hemos sido testigos por nuestros años de militancia o de simpatía en esa organización política, en momentos en que el autor de esas fábulas denigratorias andaba en parcelas políticas contrarias al PLD y que en estos momentos pretende dar cátedra sobre esa historia.
Falta a la verdad, el autor de la fábula denigratoria de marras, con las tres afirmaciones antes enunciadas y en relación a la primera: “de que a Leonel tuvieron que empujarlo en el 1994”, la verdad es que Leonel compitió a lo interno del PLD en el Congreso Elector para la elección del candidato vicepresidencial en esa ocasión con el notable e histórico dirigente peledeista José Joaquín Bido Medina, a quien derrotó en un proceso diáfano, y transparente, propio de un partido de cuadros como lo era el PLD en la ocasión, donde predominaba el voto orgánico y no estaba permitida la promoción personal.
En cuanto a la segunda fábula, “de que en el año 1996, Danilo y Felucho tuvieron que echárselo al hombro”, es la más burda de las mentiras que contiene la narración de la fabulas. Para las elecciones del año 1996, el Partido de la Liberación Dominicana, celebró su congreso elector en el año 1995, donde el doctor Leonel Fernández compitió con dos emblemáticas figuras del peledeísmo; el prestigioso Abogado e historiador doctor Euclides Gutiérrez Felix y el histórico comandante de la Revolución de Abril de 1965, Norge Botello Fernández, a quienes venció ampliamente en dicho Congreso con màs del 97% de los votos, resultando candidato del PLD para las elecciones presidenciales del año 1996, a pesar de Danilo Medina y Felucho Jimenez.
Sobre la tercera fábula de que en el año 2004, Leonel no movió un dedo para regresar al poder después que Hipólito Mejía le pavimentó el camino, además de una mentira grosera y ponzoñosa, es una falsificación de los hechos. El acontecimiento político que perfiló a Leonel Fernández como potencial contrincante para vencer a Hipólito Mejia en las elecciones del 2004, lo constituyó su acto de valentía, coraje y determinación al dirigirse a la Procuraduría General de la República a constituirse en prisión, como un deliberado acto de solidaridad y responsabilidad política con sus compañeros de partido perseguidos por los funcionarios judiciales del gobierno de Hipólito Mejía, así como además, el desarrollo de una agenda de visitas y contactos con la dirigencia del Partido de la Liberación Dominicana a nivel nacional e internacional, acompañado de una comisión presidencial, en todas las provincias y municipios del país, entre otras acciones políticas matizadas por su desafío al represivo gobierno de Hipólito Mejía, su audacia, su valentía y su liderazgo.
Los hechos antes indicados pueden ser comprobados por cualquier ciudadano que desee documentarse sobre cómo sucedieron los hechos y la intención aviesa del periodista –Embajador, en contra el Doctor Leonel Fernández.
En esta ocasión no le basta querer desatar las iras, los delirios y las ponzoñas contra Leonel Fernández, sino que lanza sus dardos envenenados contra un alto dirigente del Partido de la Liberación Dominicana, quien ha asumido la defensa del ex presidente Fernández, en los medios de comunicación, frente a las tratadas de que este ha sido víctima en los últimos tiempo, tildándolo de “haber sobresalido siempre por su actitud díscola y agresiva hasta con sus propios compañeros”, en relación a esta calificación no hay que ser mago, ni adivino, para saber a quién hace referencia el Periodista-Embajador en su aseveración. Olvidando que a quien se refiere es una persona, que quienes los conocemos en el Partido y en la sociedad dominicana, podemos dar testimonio de su seriedad y su honestidad, y de tener criterio en los juicios que emite en el debate político, a quien no se le conoce fortuna, vive en la misma casa desde hace más de treinta años y recibe con la misma actitud afable y respetuosa de siempre a sus amigos y compañeros de partido que los frecuentamos desde hace más de veinte años.
Finalmente, nos parece injusto e inaceptable, que un Embajador, que debería estar ocupándose de representar dignamente los interés del país en el extranjero, dedique su tiempo a construir fábulas ponzoñosas para pretender disminuir y fragilizar el rol histórico de un ex Presidente de la República, que como Leonel Fernández, nunca ha utilizado ni manipulado la palabra para descalificar, ni fragilizar a nadie, y sobre todo en momento en que este dedica su tiempo, su prestigio y su talento en acciones en favor del diálogo, del consenso y la concordia en la hermana República de Venezuela, y a la promoción de la paz, la ciencia, y la cultura y al intercambio amistoso entre los pueblos, en Paris, Francia, valores y conceptos humanísticos sobre los cuales giran sus preocupaciones cotidianas.
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