27 de octubre de 2017

Escogido y Toros, símbolos de un torneo que se juega a dos velocidades


SANTO DOMINGO. La fotografía que deja la casi quinta parte de la serie regular disputada (18%) del torneo otoño-invernal Pepe Busto es de desempeños a dos velocidades. Leones, Estrellas, Gigantes y Águilas con sus aficiones montadas en un tobogán de emociones y en el extremo Toros y Tigres en apuros tan serios que tienen a sus aficionados a punto de apretar el botón del pánico.
La campaña pasada, cuando la mayoría de novenas había agotado una porción del calendario similar al actual (al 30 de octubre), los potros (9-2) galopaban con tranquilidad, con los azules (5-4), verdes (4-4), rojos y amarillos (4-5) bailando bolero y los bovinos (2-7) en una situación parecida a la tan preocupante actual.
Esta vez al Escogido (7-2), en racha de cinco triunfos, casi todo le ha salido bien para liderar la contienda con un núcleo de jóvenes que desde la presentación su gerencia advertía de buenos resultados y Luis Rojas no ha tenido que repetir alineación.
Los escarlatas no son los que más carreras han fabricado (36), ni los que menos han permitido (28), ni tampoco encabezan la efectividad (2.71), terceros en los tres aspectos. Pero tienen el mejor diferencial de carreras (+8), lideran el bateo (.288) y han cometido la menor cantidad de errores (8) en un torneo en que la defensa es factor. Es el único equipo con menos pifias que partidos disputados.
El relevo rojo es el que más ventajas ha mantenido (14) de acuerdo con beisboldata.com.
Willi Castro (.448), Blake Swihart (.476), Franchy Cordero (.333) y Vladimir Guerrero hijo (.273) encabezan los bates, mientras que Justin Haley, Kelvin Marte y Franklyn Kilomé sacan la mejor parte entre los abridores y Heny Martínez desde el relevo.
Estrellas, con un diferencial de carreras de +14, Gigantes (+10) y Águilas (+4), gestionan un arranque con más altas que bajas, un equilibrio que se refleja en las diferentes estadísticas colectivas.
La parte baja
En la pelota dominicana el primer mes es un sprint tan importante como las salidas en las carreras de los 100 metros del atletismo.
La radiografía de los Toros no requiere ni de lupas ni de especialistas para entenderlse. El equipo romanense ha vuelto a comenzar con el cuchillo en la boca y parece que tendrá que apelar a la épica como hizo el curso pasado, aunque ni jugar para 21-14 bajo la gestión de Stanley Javier fue suficiente para el milagro tras arrancar con 3-12 con Pablo Peguero en la oficina.
Los bovinos lideran la liga en errores (20), del lado ofensivo tienen el promedio de bateo más bajo (.191), es la novena que menos carreras ha anotado (22), e imparables disparados (57), incluyendo extrabases (12). Solo el Licey (3.61) tiene peor efectividad que los Toros (3.61), su relevo es el que menos ventajas ha mantenido (5) y el que más rescates ha estropeado (5), con el peor récord en choques definidos por una carrera (1-4).
Los rivales han anotado 16 carreras más que los dirigidos por el venezolano Carlos Subero, quien sustituyó después del 0-4 al estadounidense Pat Murphy. Su único triunfo llegó el miércoles por 1-0, ante las Águilas.
Del lado azul las cosas no terminan de mejorar. La escuadra del colombiano Luis Urueta ha sido la más sobreanotada (20 vueltas), tiene el peor porcentaje de carreras limpias (3.61) y WHIP (1.47). Su problema desde la lomita ha estado en el relevo (4.58 de ERA contra 2.79 de los abridores). La débil defensa (19 errores) es la responsable de que 18 de las 49 carreras permitidas sean sucias. Juan Francisco, Osvaldo Abreu y Angelys Nina llevan tres pifias, cada uno.
Con el madero, el último campeón es penúltimo en bateo general (.217) y con corredores en posición de anotar (.154). Urueta ha probado con nueve alineaciones diferentes, que incluye colocar a Arismendy Alcántara (.138 con 12 ponches en 29 turnos) en cinco posiciones diferentes.
Fuente: Diario Libre

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