En esa ocasión descubrimos a una Nuria prepotente y carente de humildad que nos ofrecía darnos un curso de cómo hacer periodismo de investigación, creyéndose poseedora de la exclusividad en esa rama del saber, en vez de remitirnos su versión respecto a nuestras ponderaciones y no creerse la última Coca Cola del desierto.
Traigo este precedente a colación porque nueva vez he de referirme a Piera y me arriesgo a que me dé otra pela telefónica, pero no me queda otro camino que arriesgarme a eso y decir que esta prestigiosa profesional de los medios debe comenzar a revisarse en su accionar como gerente de NCDN, pues no es normal que tanto gente siga saliendo de ese medio tras su llegada.
El caso de Pablo Mckinney es la más reciente muestra de lo que decimos, pues se entiende que una relación anterior en el aspecto sentimental ha debido pesar menos que el necesario balance profesional para permitir la diversidad de criterios en ese medio.
No somos quiénes para decirle a la prestigiosa –PERIODISTA INVESTIGADORA-, que campesinos como somos, seguimos viendo sus espacios porque le reconocemos méritos, pero que a nuestro modo de ver el panorama, la humildad y el respeto a las opiniones que les son disidentes parece no ser su fuerte.
Ojalá que no sigan desertando figuras importantes de ese barco comunicacional, pues de esa manera nadie puede considerarse buen gerente y cuando se está en la cima y la fama, entonces debemos cuidarnos de humos que nos hagan ver a los otros como enanos y descalificar a quien tenga cerebro propio y nuestra especial Nuria debiera al menos repensar y tomarse un sorbo de consenso y reconocimiento a los otros.
Esto lo decimos desde nuestra óptica de humilde campesino de los medios, que se ha formado académicamente y usa su cabeza y boca no solo como elementos decorativos, pues de Bonao para abajo también vive gente.
Fuente: EPC Digital
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