Por: Dra. Carmen Adames
Twitter: @Dracarmenadames
Al abordar el tema de las drogas es imposible hacerlo solo sobre los efectos y daños que provocan a la salud de quienes la consumen porque resulta igual de peligroso y perjudicial el consumo de drogas para las familias del consumidor y para su entorno.
Las drogas son definidas por la Organización Mundial de la Salud, como cualquier sustancia que, introducida en un organismo vivo, puede modificar una o varias de sus funciones y se considera una persona adicta cuando tiene la necesidad imperiosa de consumir droga regularmente y no es capaz de moderar el consumo o eliminarlo.
Las personas más vulnerables de caer en la adicción a las drogas son los más pobres y marginados y las personas con trastornos mentales.
Estas sustancias pueden ser utilizadas por varias vías: fumada, ingerida por vía oral, inhalada, aspirada e inyectadas. Todas actúan en el cerebro, unas producen que las personas se aceleren, unas producen adormecimiento cerebral y otro grupo produce alteraciones como alucinaciones.
El uso frecuente de drogas o la adicción causa daños al organismo afectando la salud de manera progresiva, entre estos, se deteriora la memoria, y disminuye la capacidad de aprendizaje, pueden padecer de enfermedades pulmonares, cerebrovasculares, cáncer y trastornos mentales. Además su uso está muy relacionado con enfermedades como SIDA, Infecciones de Transmisión Sexual, Tuberculosis y Hepatitis.
Lamentablemente no son solo estos los daños que producen estas sustancias, quienes incurren en el uso de drogas por el deterioro mental que les provoca tiene problema para relacionarse con la familia y su ambiente, abandonan la escuela, el hogar, pierden el trabajo, y en la búsqueda desesperada por adquirir la sustancia incurren en actos delictivos siendo capaces de robar y golpear a su propia familia.
En la República Dominicana este mal crece desproporcionadamente, cada día son más los casos que se dan en los municipios del país donde los responsables del microtrafico de Drogas invaden las casas humildes y colocan puntos de ventas de drogas en los barrios involucrando a las familias, frente a las narices de los niños y adolescentes y poniendo a los munícipes en un riesgo permanente, con el agravante de que lo están viendo como algo normal y rutinario.
Urge fortalecer los programas de prevención, orientar a las familias, trabajar con las personas más vulnerables, implementar políticas dirigidas a la juventud, para que se empleen y además realicen deportes y se incorporen actividades culturales. Fortalecer los aspectos de seguridad, control y justicia.
En realidad son muchos los problemas que en el nivel municipal deben resolverse, pero de nada vale ordenar, planificar, recoger los desechos sólidos, mejorar el medio ambiente, organizar el transporte si no actuamos todas y todos juntos para eliminar de raíz un asesino que mata a las personas, la sociedad y la comunidad, las Drogas.
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