Un violento intento de fuga y el hallazgo de tres cuerpos descuartizados en Ciudad de México han suscitado nuevos temores de un incremento de la violencia del crimen organizado en la capital mexicana.
Miguel Ángel Mancera, el alcalde de la ciudad, dijo el lunes que el pasado fin de semana tres hombres irrumpieron en una comisaría haciéndose pasar por familiares y por el abogado de un detenido que había sido capturado con un rifle de asalto, un tipo de arma habitualmente utilizada por gente vinculada a los cárteles. Una vez dentro de la comisaría dispararon a los agentes y huyeron con el arrestado, identificado como Carlos Esquivel Orozco.
Uno de los atacantes murió en el enfrentamiento y luego el detenido y otro de los asaltantes fueron capturados.
Mancera dijo desconocer si el detenido tenía algo que ver con el cártel de Jalisco Nueva Generación, aunque un funcionario federal aseguró que esa era una tesis que se estaba investigando.
El alcalde se limitó a indicar que los detenidos "son personas vinculadas con delitos federales" y subrayó que estos hechos violentos no implican que el cártel de Jalisco opere en la capital.
En otro hecho separado también en la Ciudad de México, trabajadores de una estación de trenes de carga encontraron el fin de semana tres cuerpos descuartizados repartidos en 11 costales que se localizaron en una plataforma de las que se enganchan a los vagones.
Según explicó el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Hiram Almeida, en entrevista con Radio Fórmula, los trenes en los que se localizaron los restos procedían del puerto de Lázaro Cárdenas, en el estado occidental de Michoacán, y otros de Colima, también en la costa del Pacífico pero más al norte.
En estos estados tienen presencia el cártel de Jalisco Nueva Generación y lo que queda de los Caballeros Templarios.
Jalisco Nueva Generación es el grupo del crimen organizado que puso en jaque a México el pasado 1 de mayo con ataques coordinados en distintos puntos del norteño estado de Jalisco, incluido el derribo de un helicóptero militar. Murieron 18 personas.
Entre los que perdieron la vida hay 8 militares -el último de los cuales falleció el domingo-, dos policías y 8 presuntos criminales. Además cuatro soldados y un policía federal permanecen en atención médica por las heridas que les provocó el derribo del helicóptero en el que viajaban, que fue atacado con un lanzagranadas.
Fuente: AP
Miguel Ángel Mancera, el alcalde de la ciudad, dijo el lunes que el pasado fin de semana tres hombres irrumpieron en una comisaría haciéndose pasar por familiares y por el abogado de un detenido que había sido capturado con un rifle de asalto, un tipo de arma habitualmente utilizada por gente vinculada a los cárteles. Una vez dentro de la comisaría dispararon a los agentes y huyeron con el arrestado, identificado como Carlos Esquivel Orozco.
Uno de los atacantes murió en el enfrentamiento y luego el detenido y otro de los asaltantes fueron capturados.
Mancera dijo desconocer si el detenido tenía algo que ver con el cártel de Jalisco Nueva Generación, aunque un funcionario federal aseguró que esa era una tesis que se estaba investigando.
El alcalde se limitó a indicar que los detenidos "son personas vinculadas con delitos federales" y subrayó que estos hechos violentos no implican que el cártel de Jalisco opere en la capital.
En otro hecho separado también en la Ciudad de México, trabajadores de una estación de trenes de carga encontraron el fin de semana tres cuerpos descuartizados repartidos en 11 costales que se localizaron en una plataforma de las que se enganchan a los vagones.
Según explicó el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Hiram Almeida, en entrevista con Radio Fórmula, los trenes en los que se localizaron los restos procedían del puerto de Lázaro Cárdenas, en el estado occidental de Michoacán, y otros de Colima, también en la costa del Pacífico pero más al norte.
En estos estados tienen presencia el cártel de Jalisco Nueva Generación y lo que queda de los Caballeros Templarios.
Jalisco Nueva Generación es el grupo del crimen organizado que puso en jaque a México el pasado 1 de mayo con ataques coordinados en distintos puntos del norteño estado de Jalisco, incluido el derribo de un helicóptero militar. Murieron 18 personas.
Entre los que perdieron la vida hay 8 militares -el último de los cuales falleció el domingo-, dos policías y 8 presuntos criminales. Además cuatro soldados y un policía federal permanecen en atención médica por las heridas que les provocó el derribo del helicóptero en el que viajaban, que fue atacado con un lanzagranadas.
Fuente: AP
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