La conducta asumida por algunos dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el municipio Santo Domingo Oeste deja mucho que decir ante la sociedad de esta localidad y el país.
Tal y como señalamos en nuestro artículo de ayer lunes, el presidente del partido morado en el Oeste, ingeniero Manuel Rivas se fortalece, más el partido se debilita languideciento en un limbo que no refleja esperanza alguna.
El poco interés de la militancia morada en esta localidad, y las irregularidades que han empezado a salir a flote dan mucho de que hablar sobre el manejo que se le dio al partido de Bosch el pasado domingo.
Testimonios feacientes de personas que fueron objetas de agresiones verbales dentro de centros de votación y de otros que apunta de pistolas fueron amenazados con el simple hecho de beneficiar a tal o cual candidato, son asuntos que deben llamar la atención de las altas instancias del peledeismo.
La alta dirigencia morada debe poner su ojo clínico hacia ese partido en Santo Domingo Oeste, y de ser necesario llamar a una renovación de su estructura que la preside.
El término LINEA ha quedado marcado en este proceso, y para lograr que esa LINEA fuese exitosa se tuvo que sacrificar incluso a candidatos de gran potabilidad.
Pero no lo veamos sólo hasta ese paso, sino que también pensemos en las vidas que se hubiesen podido perder si en los centros al que un grupo de personas de un equipo "LINIERO", se apersonaban para asegurar la imposición de votos a una casilla específica.
El PLD de la Circunscripción #4 no llego a su fin el pasado domingo, pero si realmente tocó fondo y de ver visto con cuidado por el COMITÉ POLÍTICO del partido boschista.
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