Por: Ariel Cabral (El Nuevo Diario)
Santo Domingo.- Al interpretar las siete palabras pronunciadas por Jesús en la cruz este Viernes Santo, en la Catedral Primada de América, los sacerdotes presentes allí, denunciaron los males que afectan a la sociedad dominicana, así también criticaron a los políticos, a la prensa, y a los médicos.
En el tradicional oficio, en el que la Iglesia eleva su voz, los religiosos cuestionaron a los políticos, quienes dijeron viven en una doble moral y sólo se aprovechan de las necesidades de los pobres para alcanzar sus fines.
De los medios de comunicación, afirmaron, lejos de estar al servicio de su pueblo y dar información auténtica y veraz, se han convertido en objetos que se venden al mayor postor y bailan al ritmo que le toque a quien les paga y del puro sensacionalismo, sin importarle la ética y la búsqueda de la verdad.
Los curas se refirieron a algunos profesionales de la medicina que hecho de esa profesión un medio para lucrarse, sin importarle la salud y el bienestar del paciente.
Primera palabra, “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”
El padre José Goris se refiere a las humillaciones que sufrió Jesús previo a su muerte en la cruz del Calvario y a la gran muestra de misericordia que tuvo en ese momento para el pueblo que desconoció su obrar.
Llamó a defender la grandeza de la vida y la dignidad humana. "Debemos perdonar; tener misericordia, acérquemonos a la reconciliacion con aquellos que no tienen conciencia sobre el valor de la vida, como Jesús lo hizo y a no tomar venganza con nuestras manos", exhortó el sacerdote católico.
Segunda palabra. “De cierto te digo: hoy estarás conmigo en el Paraiso”
El padre Miguel Ángel Amarante criticó la doble moral en la que dijo viven los políticos, quienes se aprovechan de los pobres y campesinos para alcanzar su fin.
Clamó por la conversión, además, de los medios de comunicación, de los médicos y de la propia Iglesia.
Tercera Palabra. “Mujer, ahí tienes a tu hijo… Hijo, ahí tienes a tu madre”.
El reverendo Guillermo Rosario, exhortó a los padres a estar pendientes de sus hijos en cada etapa de sus vidas; no olvidarlos, pues éstos sufren de empleos, están vulnerables a las drogas y a la delincuencia.
Exhortó a las personas a no solo recibir amor, sino saberlo dar sin importar las circunstancias.
Cuarta palabra. “¡Dios mío! ¿Porqué me has abandonado?”.
"Debemos pensar en los más vulnerables, en esos niños que sufren en los hospitales, en los que padecen en las cárceles, en la injustica y separación de los miembros de la familia por la emigración forzada", urgió el padre Robert Brisman.
Agregó que en el mundo es necesario un cambio social, para acabar con tanta opresión y tantas injusticias, para que las personas sientan un alivio en tanta desesperación por los problemas de la cotidianidad.
Criticó el despilfarro, el derroche, el aprecio al dios del dinero y el placer y el lujo.
"Aun cuando muchas veces Dios luzca ausente, él no abandona a sus hijos", dijo.
Quinta Palabra: “¡Tengo sed!”, proclamada por sacerdote Juan Reyes Fabián. El cura arremetió contra las injusticias sociales, la pérdida de los derechos humanos, la contaminación y los vicios y placeres que atentan contra los valores humanos y cristianos.
La Sexta Palabra: "Todo está consumado" recayó sobre el padre Candelario Mejía Brito, quien emplazó a los políticos a aprender del ejemplo de Jesús, a despojarse del orgullo personal y no acumular grandes tesoros donde la polilla los corroe.
Séptima y última palabra: Padre en ti encomiendo mi espíritu. Estas fueron las últimas palabras pronunciadas por Jesús antes de morir.
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